jueves, 11 de marzo de 2021

Bruno Lazzaro y Delfina Seco, primer dueto mixto en natación artística, se prepara para el Sudamericano.

Buenos Aires será sede del Campeonato Sudamericano Absoluto de Deportes Acuáticos, que se llevará a cabo del 14 al 29 de marzo.  Del 16 al 19 de dicho mes será el turno de la natación artística en el natatorio del Parque Roca.

La lista definitiva está compuesta por Camila Arregui, Trinidad López Brasesco, Constanza Re, Luisina Caussi, Florencia Houitte de la Chesnais, Zoe Ferrer, Morena Ferrer, Tiziana Bonucci, Guadalupe García, Valentina Marchetti y Sofía Magliaccio. Ellas competirán en equipo, combo y highlight. Arregui también participará en la modalidad solo y en dueto junto a Trinidad López Brasesco. Mientras que el dúo mixto argentino estará conformado por Bruno Lazzaro y Delfina Seco. 

Bruno Lazzaro y Delfina Seco, dueto mixto argentino


Bruno Lazzaro habló con Noti-Amateur Sports sobre las expectativas para el Sudamericano. Junto con Delfina Seco son la primer pareja mixta en competir en esta modalidad. Aspira a que otros varones puedan sumarse a esta disciplina. 

Lazzaro actualmente dicta un curso de jazz en la Academia de Mónica Coffen en Colegiales y da clases particulares de elongación,  mientras que otros cursos que dicta no abrieron por cuestiones de la pandemia. Compartió cómo hace para unir el nado y la danza. 

-¿Cómo se preparan para el Sudamericano junto con Delfina? 

-Estamos entrenando de lunes a sábados, ya en la recta final. Estamos limpiando detalles y perfeccionando los movimientos. Siempre va a haber algo para ajustar y para seguir mejorando. También estamos intentando contener los nervios y la ansiedad 

-¿Cómo fue entrenar en pandemia?

-Cómo a la gran mayoría la pandemia fue algo complicado, tanto física como mentalmente. Como a todos, el encierro no fue fácil, el estar acostumbrado a tener mucho desgaste físico todos los días y de un día para el otro que se haya cancelado todo. Me desanimaba bastante, pero por suerte en "Nademos", el club al cual pertenezco, hay un grupo humano muy bello y nos alentábamos unos a otros a conectarnos para entrenar. También se hizo un grupo de whatsapp con el equipo de la Selección para el mismo fin, así que uno se sentía acompañado y contenido por diferentes lados. Nos faltaba el agua y ese entrenamiento no se reemplaza con nada, así que el volver fue un placer enorme y por más que uno haya estado entrenando costó volver a tener el mismo ritmo en el que estábamos antes del corte.

-¿Qué representa ser la primer pareja mixta de nado sincronizado? 

-Realmente es una pena que no haya muchos varones en el deporte, pero es algo muy lindo y emocionante ser el primer dueto. A veces nos ponemos a pensar en ello y es imposible no sentir un escalofrío de alegría y emoción. Ojalá más varones se animen a practicar este deporte tan bello y completo.

-¿Cuándo decidiste comenzar con el nado sincronizado? 

-En mis épocas de water-polo nos llevábamos muy bien con las chicas de nado y yo siempre les decía que no podía creer que en su deporte aún no aceptaran varones y en el mío aceptaran mujeres. Les decía, aunque yo pensaba que era en chiste,  que iba a ser el primero ya que siempre me interesó la danza y al verlo en el agua me volvía loco de intriga el aprender a hacer eso que parece imposible. Así que cuando Irina Bandurek, mi entrenadora, me escribió para que pruebe un entrenamiento ni lo dudé y fui a divertirme y a ver si lograba sacar algún movimiento, sin creer que iba a ser capaz de llegar a ser parte de la Selección en tan poco tiempo. 

-¿Cuánto te ayudó el ser bailarín? 

-El ser bailarín ayudó bastante, aunque la técnica tiene muchas diferencias, por la elongación, el conocimiento del cuerpo, la coordinación con la música. El hecho de que no haya piso y estar de cabeza abajo flotando hace bastante más complejo todo.

-¿Cómo te organizás con los entrenamientos entre la danza y el nado sincronizado?

-Cuando comencé a entrenar no tenía mucha disponibilidad horaria para nado, así que iba pocos días. Algunos días aprovechaba e iba solo a hacer el plan que me daba Irina, pero después solo podía dedicarle una hora a entrenar con Delfina. Por la pandemia muchas clases se cerraron y muchos alumnos particulares dejaron, pero eso no significa que tenga mucho tiempo ya que estoy con dos trabajos a distancia pero logramos organizarnos y estamos desde las 8 hasta las 13 horas entrenando, después me voy corriendo a trabajar desde casa y algunos días a eso le sumo clases, o sea no duermo mucho y menos aún descanso, pero lo hago con mucho placer y entusiasmo sin pensarlo dos veces.


martes, 9 de marzo de 2021

El béisbol para ciegos llegó a la Argentina y busca crecer.

Jonathan Deus es profesor en Educación Física y es uno de los impulsores del Béisbol para ciegos en nuestro país. Actualmente es el coordinador nacional de Deporte Adaptado de la Federación Argentina (FAB). 


Jonathan Deus (abajo a la derecha)
en una capacitación realizada en Buenos Aires
Fuente (FAB)

En diálogo con Noti-Amateur Sports compartió su acercamiento a dicha disciplina, cómo se está trabajando actualmente en el país y su deseo de que pueda llegar a ser considerado un deporte paralímpico en los próximos años. 

 -¿Cómo llegaste a interesarte por el béisbol para ciegos?

-Yo trabajo en un Centro de Día para personas con discapacidad visual y en mi afán de querer ampliar un poco la oferta que hay para las personas ciegas en Argentina quise traer un deporte nuevo. Primero pensé en crear el hockey para personas ciegas, pero me surgió la oportunidad con el béisbol, ya que me contactaron con un jugador argentino de béisbol para ciegos que está en Estados Unidos, allá se llama Beepball, también fui investigando y hablé con la Federación Argentina de Béisbol, ya que conocía al presidente de aquel momento. Pudimos unir fuerzas para traer el deporte al país. Tuvo bastante repercusión la difusión que hicimos, dentro del deporte paralímpico, nos contactaron de Italia y de Suecia para modificar algunas reglas según lo que pide la Confederación Internacional para que se pueda realizar de manera internacional. Hoy estoy como coordinador nacional de béisbol adaptado dentro de la Federación Argentina de Béisbol.  

Pelota y bate de béisbol para ciegos
Fuente (FAB)



-¿Cómo se juega este deporte?

-Se juega con la mitad del diamante (campo de juego). Se utiliza el hemisferio izquierdo del campo de juego y el jardín izquierdo. Como mínimo son cinco contra cinco y como máximo pueden ser entre doce o catorce. Cinco están defendiendo y uno está bateando. En cuanto al golpe de bateo, no le lanzan la pelota sino que la misma persona que batea tiene que dejar caer la pelota y conectar con el bate dentro del campo de juego. La pelota tiene dos cascabeles y seis agujeros donde hacen mucho ruido y los cinco que están defendiendo tratando de dejar out al bateador, pueden escucharla. Se juega totalmente en silencio, no puede haber ningún tipo de contaminación auditiva. Si por ejemplo pasa un avión se para el juego y se vuelve a reanudar cuando no hay ruido. En la primer base no hay nadie esperando como para dejar out al bateador sino que es sonora y tiene que pasar por el costado. En la segunda base sí hay una persona ciega defendiendo y en la tercer base también. Hay voluntarios en la segunda y tercer base que van guiando a los jugadores. Para dejar out a una persona tienen que agarrar la pelota los jugadores que están defendiendo y lanzar la pelota a la segunda base donde hay un defensor que puede ver, ese defensor agarra la pelota y si el bateador no llegó a la segunda base quedó eliminado. Son tres out y cambian posiciones. Defensa pasa a ataque y viceversa.

-¿En Argentina dónde se desarrolla el béisbol para ciegos?

-Comenzó a difundirse en el 2019, en eventos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en el partido de Tres de Febrero, en clubes, en eventos muy grandes donde tuvo una muy buena recepción. También en la Cumbre Internacional de la Discapacidad y fue increíble el recibimiento de todo el mundo deportivo paralímpico. La verdad que fue buenísimo. En el 2020 cuando íbamos a arrancar en los clubes pasó lo de la pandemia y no pudimos empezar con las personas ciegas en el campo. El año pasado nos dedicamos a hacer cursos de difusión y capacitación, todo de manera on line. Los clubes que ya quieren llevar esta modalidad de juego son Ferro y Daom, referentes de la Liga Metropolitana de béisbol.

-Por el momento entonces competencias no hay...

-En Argentina no hay oficialmente torneos, faltan algunos años para que puedan desarrollarse el torneo de béisbol para ciegos. En Italia hay un torneo muy importante que se llama "La Mole´s Cup" e invitan a equipos de todos el mundo. Todavía no es paralímpico porque tiene que ser desarrollado por tres continentes y por tres países. Tiene un tiempo de aprobación de siete años, tiene que haber una Copa Mundial, son algunos de los requisitos por lo que es muy difícil que entre en los Juegos Paralímpicos en los próximos ocho años. Dentro del plan estratégico de la Confederación Internacional no está programado que se apruebe.

-¿Qué aprendiste este tiempo que comenzaste con esta disciplina?

-Todavía no hay muchos jugadores, ya que por cuestiones de la pandemia no se pudieron armar los equipos. El año pasado se nos dificultó el desarrollo del deporte. De las personas que se acercaron a jugar admiro las ganas que tienen de autosuperarse, de participar, de pertenecer a un grupo deportivo. Acá en Argentina somos muy futboleros, es muy difícil que se armen deportes para personas con discapacidad y que tenga la difusión necesaria. Es una posibilidad que se les presenta a las personas con discapacidad visual, más allá del fútbol, natación y el goalball. 

-¿Qué falta para que el país pueda ser más inclusivo?

-Yo creo que en todo país, ciudad o barrio no faltaría la inclusión si todos tuviéramos en cuenta los derechos de las personas con discapacidad, como por ejemplo en un restaurant que haya una carta en braille. Yo creo que la exclusión de las personas con discapacidad, se debe a que las personas sin discapacidad no tomamos conciencia en un 100% de las necesidades sociales que hay, como rampas en todas las esquinas, o por ejemplo los cajones de verdulería que quedan en la calle son un peligro para las personas con discapacidad visual. Yo creo que con un poco de empatía podríamos lograr una Argentina más inclusiva, en donde todos podamos movernos y trabajar libremente. Es un camino larguísimo, pero creo que va por la necesidad de ser más empáticos