El nadador argentino representó a nuestro país en los Juegos Suramericanos en Cochabamba 2018. Participó de las pruebas de 200m espalda donde terminó quinto en la final con un tiempo de 2:08.97, y en 100m espalda donde finalizó en el séptimo lugar en la final con un tiempo de 58.16.
Antes de viajar a los Juegos Odesur, Greco sufrió una fractura de un pulgar de la mano izquierda días antes, pero nada le impidió dar lo mejor para la Argentina en su primera participación en dicha competencia. El nadador de Buenos Aires compartió cómo vivió la experiencia en Cochabamba y nos contó sobre los nuevos desafíos que tiene por delante.
-¿Qué balance hacés de tu participación en los Juegos Odesur?
-El balance es muy positivo. En cuanto a las marcas es difícil hacer un balance, porque la competencia fue a 2600 metros de altura y eso influye en la competencia sobretodo en natación que es un deporte que demanda mucho oxígeno. Sin embargo no estuve tan lejos de mis mejores registros, en parte gracias a que fui a hacer adaptación a la altura unas semanas antes. En cuanto a los puestos estoy muy contento porque pude entrar en las dos finales y era el objetivo principal que tenía para las pruebas individuales. Obviamente me hubiera gustado conseguir una medalla, pero era difícil porque compitieron muy buenos espaldistas con más edad, más experiencia que yo y que tienen muy buen nivel.
-¿Qué te llevás de esta experiencia en una competencia suramericana?
-Fue una experiencia increíble, fue mi segundo torneo con la Selección de mayores y el primero que involucra a todos los deportes además de la natación. Es un ambiente hermoso estar en la Villa y apoyarse entre todos los representantes argentinos de los distintos deportes y conocer mucha gente nueva, hubo un clima de profesionalismo y compañerismo que motiva mucho. Además el trato con el deportista fue muy bueno, tanto de la gente de la organización como los ciudadanos de Cochabamba y las autoridades.
-¿Cuáles son los aprendizajes que te dejó tu paso por Cochabamba 2018?
-Aprendí mucho porque tuve roce con deportistas y entrenadores muy buenos. Siempre trato de relacionarme y conversar para llevarme algo de estas experiencias internacionales. Además tuve que tener mucha cabeza y actitud para salir adelante después del accidente de la mano y esas experiencias siempre te dejan un aprendizaje.
-¿Cómo fue el accidente en la mano y la cirugía que tuviste?
-Lo que sucedió fue que 10 días antes de mi competencia me quebré el pulgar de la mano izquierda en un entrenamiento, en una llegada a la pared me doblé el dedo y terminó siendo una fractura. Acudí a la Clínica Los Ángeles en Cochabamba, me hicieron una radiografía y cuando me diagnosticaron la fractura, el doctor Luis Canedo me dijo que las opciones eran o inmovilizarme entre cinco y seis semanas o una cirugía en la que me pondrían una pequeña placa de titanio con tornillos para unir la falange fracturada, también me ofreció el seguro médico viajar a Buenos Aires para asistir a un centro médico acá. Sin embargo mi prioridad siempre fue competir en los Juegos Odesur pese al accidente así que decidí operarme en Cochabamba y hacer mucho énfasis en la fisioterapia para rehabilitarme rápido y poder competir.
-A pesar de la cirugía pudiste llegar para competir en los Odesur...
-El jueves por la noche fue la operación y el lunes a la mañana ya estaba nadando, así que por suerte pude minimizar bastante las consecuencias del accidente y creo que repercutió lo menos posible en mis carreras.
Agradezco a los médicos y fisioterapeutas que hicieron un trabajo extraordinario para que pueda competir y a mi familia, amigos, a mi entrenador y mis compañeros de la Selección junto con el entrenador a cargo que me apoyaron en todo momento y motivaron para que salga adelante.
-¿Cómo fueron tus comienzos en la natación?
-Siempre me gustó el deporte en general, pero desde chico soy fanático del agua. Mis padres me mandaron a natación desde los 4 años y cuando me dejaron de mandar yo les pedí volver. A los 10 años iba a tenis, karate y natación. Me gustaban los tres, pero siempre natación fue lo que más me gustó y mejor me iba. A los 14 años empecé a entrenar todos los días y dejé los demás deportes, me lo empecé a tomar enserio y ahí clasifiqué a mis primeros torneos nacionales e internacionales y desde ahí no pare hasta ahora.
-¿Quiénes te apoyan en tu carrera?
-Mi familia siempre me apoyó, desde que era chico vieron que tenía pasión por la natación y siempre me ayudaron en todo sentido. Yo no trabajo y ellos me mantienen los distintos gastos que demanda el deporte, que no es sólo ir a nadar y comprar los elementos, sino también todo el equipo de trabajo qué hay detrás. preparador físico, kinesiólogo, nutricionista, deportólogo, masajista...
-¿Qué referentes tenés en la natación?
-Dentro de la natación, hay muchos nadadores que siempre me gustaron, principalmente Ryan Lochte. También Aaron Peirsol que a mi criterio fue el mejor espaldista. Hay nadadores argentinos que cuando era más chico eran mis ídolos o referentes y hoy en día son mis rivales o compañeros de Selección y tengo muy buena relación. Eso es algo muy lindo y cada vez que lo pienso me emociona.
-¿Cómo son tus días con los entrenamientos y el estudio?
-Además de entrenar, estudio Licenciatura en Economía en la UBA, voy al turno noche para poder entrenar mañana y tarde. Semanalmente hago 10 sesiones de pileta de lunes a sábado y 4 de preparación física en el gimnasio, lunes, martes, jueves y viernes. Un día normal voy a entrenar de 9 a 11:30 horas, vuelvo a mi casa a almorzar y descansar; entreno de nuevo de 15:30 a 18 horas, voy al gimnasio de 18 a 19:30 horas y curso en la facultad de 21 a 23 horas.
-¿Cuáles son tus próximos objetivos?
-Mi próximo gran objetivo ahora es en mayo del 2019 el Torneo Argentino de invierno que será clasificatorio para los Juegos Panamericanos de Lima y para el Mundial Universitario de Nápoles. En principio el objetivo es clasificar es al Panamericano.
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